Usted sabe lo que es la depresión? Pues consiste en que, a la menor oportunidad, al menor comentario y varias veces al día, se te salen las lágrimas solas. Entrando en el facebook, viendo una película blandengue en la tele, leyendo el nombre de un amigo que ya no está, pero que siempre te hacía reír o sonreír, que te has acostumbrado hace muchos años a vivir sin él. Contestando al teléfono y descubriendo que una vez más no es ninguno de los que han cambiado de vida, de ciudad, de profesión, y seguramente, de cariños. Cuando el perro viene a lamerte los tobillos por sorpresa. Cuando ves una foto de tu padre, que ves todos los días, y sueles guiñarle los ojos, los dos. Pero hoy no. Cuando estás escribiendo, porque no te quedaba más remedio. O sea, ahora.
Pues no: eso es la depre. Todavía no es la depresión.
A lo mejor la depresión es cuando empiezas a mirar las cosas como despidiéndote. Cuando tu parana de siempre, tus aprensiones de toda la vida, se convierten en una especie de seguridad, como si tu cuerpo, y peor, tu alma, fuera una máquina de tiempo, que lo es, con los días contados. Y que esos fueran pocos.
Despedirte –llorando, claro- de ese libro concreto, de esa planta, de ese gesto hasta ahora indoloro. Y sobre todo: de los que no vas a ver. Del futuro.
Y que no te duela.
O sí, pero menos.
Eso debe ser la depresión.
50 PRIMAVERAS
Hace 8 años
Una prima mia,decía que ella no sabía lo que era estar deprimida. No hubo manera de explicarlo. Nostalgia, tristeza, abulia, falta de motivación, añoranza, angustia, pena..., ganas de escapar, ganas de dormir...nada, fue absolutamente inútil.
ResponderEliminarTristeza, escarabajo
de siete patas rotas,
huevo de telaraña,
rata descalabrada,
esqueleto de perra:
Aquí no entras.
No pasa.
Ándate.
Vuelve
al sur con tu paraguas,
vuelve
al norte con tus dientes de culebra.
Aquí vive un poeta.
La tristeza no puede
entrar por estas puertas.
Por las ventanas
entra el aire del mundo,
las rojas rosas nuevas,
las banderas bordadas
del pueblo y sus victoria.
No puedes.
Aquí no entras.
Sacude
tus alas de murciélago,
yo pisaré las plumas
que caen de tu mano,
yo barreré los trozos
de tu cadáver hacia
las cuatro puntas del viento,
yo te torceré el cuello,
te coseré los ojos,
cortaré tu mortaja
y enterraré, tristeza, tus huesos roedores
bajo la primavera de un manzano.
Cuando yo muera quiero tus manos en mis ojos:
quiero la luz y el trigo de tus manos amadas
pasar una vez más sobre mí su frescura:
sentir la suavidad que cambió mi destino.
Quiero que vivas mientras yo, dormido, te espero,
quiero que tus oídos sigan oyendo el viento,
que huelas el aroma del mar que amamos juntos
y que sigas pisando la arena que pisamos.
Quiero que lo que amo siga vivo
y a ti te amé y canté sobre todas las cosas,
por eso sigue tú floreciendo, florida,
para que alcances todo lo que mi amor te ordena,
para que se pasee mi sombra por tu pelo,
para que así conozcan la razón de mi canto.
Poemas de Pablo Neruda
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Simy
Mejor no saberlo
ResponderEliminarSimy, qué comentarios te marcas, aunque arriba ponga anónimo. Encuentras con exactitud(si eso es posible) lo que al lector le llega como certero.
ResponderEliminarY muy de acuerdo con Sergio Torres, su contundencia: Mejor no saberlo.
Avanti, con el blog, Rosa.
La depresión, Rosa, es cuando eres incapaz de decidir, te preguntan que qué tal estás y se te escapan las lágrimas como ríos, no quieres ver a nadie y los dedos se te hacen huéspedes... Como dijo el que lo dijo: "El que lo pasó, lo sabe". Después de tocar fondo, uno renace de sus cenizas, tal vez es una cura de humildad, de saberse vulnerable, pero se pasa... Y en todo caso, siempre nos queda la palabra. Un beso grande
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